1.INTRO
PROYECTO DE AMPLIACIÓN DEL MUSEO SAN TELMO DE SAN SEBASTIÁN (http://museosantelmo.es)
Arquitectos: Estudio Nieto Sobejano. Madrid. (http://nietosobejano.com)
Primer premio en concurso de ideas en el año 2005.
Presupuesto: 24 millones euros, distribuidos de la siguiente forma:
- Inversión arquitectónica: 13.8 millones de euros
- Museografía: 6.4 millones de euros
- Equipamiento: 1.8 millones de euros
- Redacción Proyectos: 1.9 millones de euros
Inaguración: Año 2011
Vistas de la maqueta del proyecto
El proyecto consta de dos partes: Rehabilitación de los edificios conectados que comprende el museo existente y creación de un nuevo pabellón. Descripción del proyecto realizada por los autores:
"El Museo de San Telmo, en su condición actual, no es sino el resultado de un largo proceso de modificaciones sucesivas que han alterado parcialmente su carácter físico y funcional a lo largo de los años. Su ubicación en la franja de encuentro entre la estructura urbana y la topografía del monte Urgull es reflejo -por otra parte- de un problema urbano muy característico de San Sebastián: la solución de un límite nunca completamente resuelto entre paisaje natural y artificial.
¿Cómo afrontar una ampliación contemporánea en San Telmo en respuesta a nuevas necesidades espaciales y a fuertes condicionantes paisajísticos, capaz a su vez de expresar su vinculación con el lugar en el transcurso del tiempo?.
El gesto directo y radical que define nuestra propuesta lleva implícito paradójicamente su práctica disolución en el paisaje del monte Urgull. Nos limitaremos a construir un nuevo muro vegetal, profundo y ligero, que se apoya en la diferencia topográfica existente, y que oculta en su interior dos pabellones que albergan el programa requerido. Esta decisión favorece la puesta en valor tanto de las construcciones históricas como de la nueva arquitectura que define la ampliación. El pabellón de acogida, en la plaza Zuloaga, constituirá la nueva entrada al museo, desde la que será posible acceder bien al antiguo edificio -que incorporará las colecciones permanentes- bien al nuevo pabellón para exposiciones temporales. El vestíbulo principal constituirá asímismo el vínculo natural con las nuevas áreas de guardarropa, tienda, salón de actos, mediateca, sala didáctica y cafetería, que completan los espacios necesarios en un museo de estas características.
Como una expresión más de la relación NATURALEZA/ARTIFICIO que impregna nuestra propuesta, el nuevo edificio-pantalla quedará definido por una piel metálica perforada envuelta por musgo, líquen y otras especies vegetales que eventualmente llegarán a rodear todo el edificio. Realizada en colaboración con los artistas Leopoldo Ferrán y Agustina Otero a partir de un juego combinatorio de piezas de fundición expresamente concebidas para esta ocasión, se tratará de una intervención inusual en el espacio público de la ciudad que representa un campo de acción común entre artes plásticas y arquitectura.
La nueva ampliación del Museo de San Telmo modificará su aspecto con el transcurso de las estaciones: se desvanecerá en ocasiones para fundirse con la vegetación del monte, y reaparecerá en otras evocando un largo y quebrado muro inacabado: inesperada metáfora -tal vez- de la difícil relación que toda arquitectura establece con el tiempo."
¿Cómo afrontar una ampliación contemporánea en San Telmo en respuesta a nuevas necesidades espaciales y a fuertes condicionantes paisajísticos, capaz a su vez de expresar su vinculación con el lugar en el transcurso del tiempo?.
El gesto directo y radical que define nuestra propuesta lleva implícito paradójicamente su práctica disolución en el paisaje del monte Urgull. Nos limitaremos a construir un nuevo muro vegetal, profundo y ligero, que se apoya en la diferencia topográfica existente, y que oculta en su interior dos pabellones que albergan el programa requerido. Esta decisión favorece la puesta en valor tanto de las construcciones históricas como de la nueva arquitectura que define la ampliación. El pabellón de acogida, en la plaza Zuloaga, constituirá la nueva entrada al museo, desde la que será posible acceder bien al antiguo edificio -que incorporará las colecciones permanentes- bien al nuevo pabellón para exposiciones temporales. El vestíbulo principal constituirá asímismo el vínculo natural con las nuevas áreas de guardarropa, tienda, salón de actos, mediateca, sala didáctica y cafetería, que completan los espacios necesarios en un museo de estas características.
Como una expresión más de la relación NATURALEZA/ARTIFICIO que impregna nuestra propuesta, el nuevo edificio-pantalla quedará definido por una piel metálica perforada envuelta por musgo, líquen y otras especies vegetales que eventualmente llegarán a rodear todo el edificio. Realizada en colaboración con los artistas Leopoldo Ferrán y Agustina Otero a partir de un juego combinatorio de piezas de fundición expresamente concebidas para esta ocasión, se tratará de una intervención inusual en el espacio público de la ciudad que representa un campo de acción común entre artes plásticas y arquitectura.
La nueva ampliación del Museo de San Telmo modificará su aspecto con el transcurso de las estaciones: se desvanecerá en ocasiones para fundirse con la vegetación del monte, y reaparecerá en otras evocando un largo y quebrado muro inacabado: inesperada metáfora -tal vez- de la difícil relación que toda arquitectura establece con el tiempo."
2. LA FACHADA - LA PIEL - UN MURO VEGETAL
Nieto-Sobejano, Ferrán y Otero
Secuencia de colocación de la fachada
La piel exterior del edificio (cubierta y fachada), está formada por paneles de aluminio fundido con perforaciones en diversos ángulos. Paneles de 8 mm. de espesor, otorgando profundidad al mismo en las perforaciones, con un acabado rugoso especifico para el proyecto. Las perforaciones se realizan mediante una innovadora maquinaria que permite ejecutar dichas perforaciones en diferentes ángulos dejando un canto vivo en las aristas.
Los paneles tienen unas dimensiones de 180 por 60 centímetros, envolverán la totalidad de la fachada del nuevo pabellón y por sus perforaciones brotarán las anteriormente mencionadas plantas, aunque sólo en aquellos lugares tras los que no se oculten ventanales. Se trata de que el muro permanezca verde todo el año, por lo que se instalará un sistema de riego por goteo que estará controlado por ordenador. La vegetación variará dependiendo de la luz solar que caiga sobre el muro y se implantará en otoño o primavera para que esté lista cuando se inaugure el museo:
"Un muro vegetal: en ciertas ocasiones la metáfora asociada a una idea arquitectónica acaba dando sentido a todos y cada uno de los aspectos del proyecto. Así, los ligeros quiebros y cambios de dirección del muro, son suficientes para resolver con naturalidad los accesos peatonales al monte Urgull, para configurar un espacio de exposición al aire libre, o para permitir una terraza-cafetería abierta al paisaje y a la ciudad."
3. ANALISIS
Vista desde la plaza de la Trinidad
Aún no estando terminada la obra del nuevo edificio y no habiendo visitado el interior del mismo, lo que se percibe al observar el nuevo edificio es la intención de crear un "muro natural". Cuando este muro tenga más vegetación podrá decirse que se está ante un "muro vegetal". De modo que el complejo ejercicio de tratar la relación NATURALEZA/ARTIFICIO en mi opinión está muy bien resuelto en este caso y además la idea que supone el "leit motiv" del proyecto ha sido construida con éxito.
Se pone en evidencia una vez más la capacidad de una BUENA IDEA (la de crear un "muro vegetal" que se funda con el paisaje) para transferir un CARÁCTER UNITARIO a toda una actuación arquitectónica. Una idea tan rotunda facilita a su vez la utilización de un LENGUAJE ARQUITECTÓNICO LIMPIO, y además de integrarse en el entorno (natural y edificado), pone en valor la edificación del museo ya existente. Con está limpia actuación queda también resuelta la relación entre "lo nuevo" y "lo viejo" (nuevo y viejo edificio), tema tan recurrente en las ampliaciones de diversos museos en estos últimos años. Mención especial a este respecto a la ampliación del Museo Reina Sofía de Madrid de Jean Nouvel.
Unión entre el nuevo edificio y el existente
Propongo por último al lector acudir a la Plaza Zuloaga, desde la que se puede observar la actuación y comparar la imagen del nuevo edificio con los recién recuperados muros de piedra arenisca que conforman la bateria del mirador del monte Urgull, situados justo encima del nuevo edificio. En cualquier caso merece la pena valorar la intención de al menos establecer un diálogo entre el ARTIFICIO de nuestros días (muro de hormigón, planchas metálicas, riego controlado por ordenador....), el ARTIFICIO de hace unos cuantos siglos (La bateria del mirador, convertida ya casi en Naturaleza) y la NATURALEZA.
Antes y después
3. ANALISIS
Vista desde la plaza de la Trinidad
Aún no estando terminada la obra del nuevo edificio y no habiendo visitado el interior del mismo, lo que se percibe al observar el nuevo edificio es la intención de crear un "muro natural". Cuando este muro tenga más vegetación podrá decirse que se está ante un "muro vegetal". De modo que el complejo ejercicio de tratar la relación NATURALEZA/ARTIFICIO en mi opinión está muy bien resuelto en este caso y además la idea que supone el "leit motiv" del proyecto ha sido construida con éxito.
Se pone en evidencia una vez más la capacidad de una BUENA IDEA (la de crear un "muro vegetal" que se funda con el paisaje) para transferir un CARÁCTER UNITARIO a toda una actuación arquitectónica. Una idea tan rotunda facilita a su vez la utilización de un LENGUAJE ARQUITECTÓNICO LIMPIO, y además de integrarse en el entorno (natural y edificado), pone en valor la edificación del museo ya existente. Con está limpia actuación queda también resuelta la relación entre "lo nuevo" y "lo viejo" (nuevo y viejo edificio), tema tan recurrente en las ampliaciones de diversos museos en estos últimos años. Mención especial a este respecto a la ampliación del Museo Reina Sofía de Madrid de Jean Nouvel.
Unión entre el nuevo edificio y el existente
Propongo por último al lector acudir a la Plaza Zuloaga, desde la que se puede observar la actuación y comparar la imagen del nuevo edificio con los recién recuperados muros de piedra arenisca que conforman la bateria del mirador del monte Urgull, situados justo encima del nuevo edificio. En cualquier caso merece la pena valorar la intención de al menos establecer un diálogo entre el ARTIFICIO de nuestros días (muro de hormigón, planchas metálicas, riego controlado por ordenador....), el ARTIFICIO de hace unos cuantos siglos (La bateria del mirador, convertida ya casi en Naturaleza) y la NATURALEZA.
Antes y después